La rentabilidad que presentan los pinares existentes en las CCAA del noroeste de la península ibérica está condicionada a la existencia de una selvicultura activa para producción de madera de calidad (raleos, claras y podas). El abandono del medio rural junto con el riesgo de incendios forestales, así como la falta de una silvicultura más activa, hacen que la rentabilidad de estos pinares sea muy ajustada y en la mayoría de los casos, incluso deficiente.
En estas condiciones, la introducción de aprovechamientos no madereros en los modelos selvícolas de gestión de los pinares atlánticos ayudaría a dotarlos de mayor multifuncionalidad, facilitando la deseada selvicultura activa, mitigando los riesgos de la masa al mismo tiempo que se crea mano de obra.
La actividad de la extracción de la resina resurge en España a partir del año 2010 con más fuerza que nunca, reforzando el sector en zonas ya existentes como la Meseta Castellana e introduciéndose en nuevas zonas de actuación de toda la Península Ibérica. Desde este punto de vista, el noroeste peninsular se plantea como una de las zonas estratégicas de cara al asentamiento y estabilidad del sector a nivel nacional, puesto que, se dispone de una gran superficie de pinar donde este aprovechamiento se puede plantear como un complemento al aprovechamiento maderero ya existente.
Aunque el potencial productivo del noroeste peninsular es similar al de zonas ya consolidadas del interior de la península ibérica, incrementar el empleo en esta actividad resulta complicado debido a que son zonas donde el principal objetivo de la gestión es la producción de madera y no existe un conocimiento tradicional o cultural asociado a la actividad resinera. Por otro lado, se trata de un trabajo temporal que, en ausencia de otra fuente de ingresos, no permite una renta anual suficiente para el trabajador.
Fruto del renovado interés comercial por la resina e impulsado por diversos proyectos de innovación regionales, nacionales e internacionales como el “Sust forest”, “Sust forest plus”, “Go ACREMA”, “GO RESINLAB”, “GO PICARE”, “GO RESINERXIA”, entre muchos otros, se re-inicia en 2015 la actividad resinera a nivel nacional.
El desarrollo tecnológico llevado a cabo en los últimos años dentro de distintos proyectos de innovación ha derivado en el desarrollo de metodologías de extracción de resina mecanizadas, más sencillas de aprender y de ejecutar que los métodos tradicionales, mejoran la calidad de vida del trabajador y permiten obtener un producto de alta pureza que algunas empresas comienzan a valorizar con un incremento del precio en fábrica sobre los precios habituales de mercado.
Por todo ello, este proyecto pretende transferir todo el conocimiento generado en los últimos años por los socios tecnológicos que participan en el consorcio